sábado, 30 de agosto de 2008

¡CHÉ, TENGO ALGO PARA CONTARTE...!



Hay días en los que uno se pone reflexivo, mira hacia la nada y recorre con la mente hechos que han sido importantes en la vida, sea por que dejaron un lindo recuerdo, o algo ingrato. Por lo general no nos ponemos reflexivos por acontecimientos intrascendentes, al menos para cada uno de nosotros. Porque tampoco hay que creer que lo sublime para nuestra trayectoria en la vida terrenal, puede ser una perfecta pelotudez para el resto de los humanos..., ¡como casi siempre sucede!

Por esta razón es un espacio excelente un blog, podemos escribir nuestras boludeces y a lo sumo recibiremos algún comentario que podemos ignorar, o bien responder, queda a nuestro criterio. Pero no exigimos a nadie que preste atención a lo que nos ocurre, o como siempre sucede, a lo que queremos contar.
Es muy distinto decirle a un amigo: ¡Ché, tengo algo para contarte!, vos sabés que salí con tal mina y me dijo...., y le dije...
Nuestro amigo pone cara de interesado algunos minutos, luego quiere salir a la gran carrera y alejarse de nosotros todo lo que sus pulmones soporten. Y sin mirar hacia atrás..., por si acaso nosotros insistimos en contarle y corremos detrás de él.

Pero un blog es diferente. Podemos contar las estupideces más grandes y a lo sumo alguien perdió unos segundos en leer las primeras líneas. Nada más. Y a quienes sufrimos ese inmenso interés por contar algo que nos haya sucedido, ese escape de la página no nos afecta..., porque no lo vemos. Mientras nos explayamos en sufrimientos, lágrimas, penas de amores que nos han dejado destrozado el corazón. Cuernos que duele como si en vez de salirnos nos hubiese atravesado el pecho. O momentos felices por algún encuentro, reencuentros con amores lejanos que siempre aumentas las expectativas. O tal vez algún levante, de los que los hombres creemos que lo hacemos nosotros y lo contamos como una obra maestra de un perfecto galán..., cuando en realidad son las minas las que nos levantan a nosotros.

En fin, gracias a los blog podemos expresar al mundo entero nuestros desconsuelos y también la felicidad que nos rodea, sin que nadie escape de nuestro lado a la manera que lo hacen los grandes atletas. Porque no hay nada más insoportable que la persona que insiste en contarnos algo que a nosotros no nos interesa en absoluto…, pero el sigue: “¡Escuchá esto…!”, “¡Pará que te cuento…!”, “¡Sabés qué me dijo la mina…!”….
Lo único que nos queda es decirle…¡Me lo contás otro día, porque pierdo el ómnibus!, como le dije a uno un día empujado por la costumbre ciudadana y no tuve en cuenta que estaba en un alejado lugar por donde pasaba uno por día…, y lo había hecho cuatro horas atrás.
Disculpen ustedes si los hice llegar hasta aquí, pero pudieron habérselas tomado con algún pretexto…, total…, en los blog, podemos escapar sin dejar rastros. Gracias por soportarme este rato, tenía ganas de hablar con alguno de ustedes…

Hasta todo momento:

Luis.

Luis Oscar Tolosa

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